Carnaval Andino Con la Fuerza del Sol

Aqui participando siempre cada año bailando la danza del Tinkus, junto a la Fraternidad Tinkus Jach'amarka de Arica

Encuentro Musical en Codpa

Interpretando temas andinos en la Plaza Ignacio Albarracin Valdes de Codpa

Machaq Mara en Codpa

Esperando los rayos del Sol del 21 de Junio, en Codpa, celebrando el Machaq Mara y exponiendo parte de su significado a los presentes en el Cerro Sagrado.

Machaq Mara en Codpa

Celebrando la llegada del nuevo ciclo, el retorno del sol, Willka Kuti, o como se conoce popularmente Machaq Mara (Año Nuevo Aymara)

Posando junto a las Presencia Tutelares

Tomando una sesion de fotos para Contenidos Locales, Biblioredes, año 2008 en Arica. cruce carretera Km 15, carretera hacia Timar, Cobija y Ticnamar.

martes, 3 de mayo de 2016

La Cruz de Mayo 2016

Bueno hoy dia 3 Mayo, el gran dia de la Cruz de Mayo, donde las comunidades recoge esta costumbre de "humanizar a la Cruz", en donde se la viste y se le canta. En los cerros de varios pueblos quedan las evidencias antiguas de nuestros abuelos quienes ven como guia esta cruz, y que son veneradas durante los dias de celebracion. Pero es interesante saber la profundidad astronomica de esta tradicion, los ojos de los antiguos se enfocaba hacia las estrellas, donde en el mes de mayo, aparece con gran esplendor "Mayu", el rio de estrellas, que representa parte de la via lactea, y lo mas bonito es que los abuelos observaban esa manchas negras que son las constelaciones negras, con la tropa de llamas y el pasto guiandolo hacia un lugar para beber agua (que lindo ver que en el valle de codpa esta Ofragia y ese petroglifo). En ese rio(Mayu) o Via Láctea, se encuentran las 3 cruces (Parte de Escorpio, Cruz de Mayo y Velacruz) que se proyectan en la vida en ese valle de codpa, por ejemplo asi como en otros pueblos. Las cruces por tanto las antiguas cruces(o mejor dicho las apachetas que representaban un marcaje de lugar) representan una referencia astronomica que marca la vida de los abuelos y que se proyecta en el chacra, hay que tomarles atencion a algunas que marcan un posicionamento espacial muy sabio, y que con la llegada de los españoles se transformo en la cruz que vemos, adaptando la ritualidad catolica y transmitiendo una veneracion espacial andina.

viernes, 15 de abril de 2016

PLAN DE ESTUDIO DE MUSICA ANDINA EN LAS ESCUELAS DE LA REGION ARICA Y PARINACOTA

Por: Luis Carvajal Carvajal
Voy a comentar respecto a los planes de estudio que se desarrollan en materia de Educacion Musical. En particular, la educación musical en la región de arica y parinacota, ha estado definida por instancias de introducir la música clásica en los establecimientos escolares. No digo que eso no sea lo adecuado, es mas siento que es parte de su formación hacia una integración de los saberes musicales que proviene de culturas europeas y que se ha acentuado en el periodo de la colonia y continuado hasta nuestros días. Pero me voy a referir a que nuestra ciudad Arica, ha cambiado en cuanto a mostrar aspectos de reconocer las manifestaciones culturales locales, y en ese sentido la Música Andina, quizás no ha tenido un protagonismo como se debe. Me siento muy decepcionado que en mi propia ciudad no se le de la importancia necesaria a formar Músicos Andinos, pero desde una perspectiva Curricular.
Lo hablo desde mi experiencia, pues al golpear puertas de algunos colegios, donde intento exponer que la Educación Musical Andina, es posible y de hecho ya se han hecho planes propios de Música Andina, el 2004, para la Escuela de Cariquima, con resolución de aprobación y que esas experiencia pueden ser tomadas en consideración y aplicadas en las Escuelas. Hablo de esos colegios que artísticos, donde nacen talentos de nuestra zona para expresar, de algunos otros colegios donde se hacen academias de música y en donde parece no darles importancia real a la formación de músicos andinos. Salvo escasas excepciones algunos intentan en talleres poder formar estas agrupaciones musicales, pero la verdad es que no hay espacio en la Escuelas para enseñar Musica Andina en las clases de Educación Musical, y eso también se manifiesta en las priorizaciones de programas de estudio, y financiamiento de la Cultura, pues es como segregar o separar en la cultura,  lo que es música clásica de lo que es música andina o indígena, en cuanto a su modo de entender su “status”, dentro de una sociedad que ignora el tremendo valor que tiene la Musica Andina. No extraño pensar que entre tanto talleres y academias que si bien son avances en cuanto a integrar un poco las expresiones locales, no se le tenga como prioridad en el PME o en el PADEM, incluir la Musica Andina como asignatura, manifestando que en verdad nuestros planes de estudio indígena caen discriminatoriamente  en una segunda categoría para los programas nacionales. Por eso creo que la única forma de revindicar y poner en el lugar que se debe la practica, difusión e inclusión territorial de nuestra música andina, es necesario que tenga establecido en cada Escuela un Plan de Estudio Propio de Musica Andina y así empezar a formar verdaderos  niños y jóvenes Musicos Andinos,  con el mismo nivel de exigencia tal cual como se trata a las asignaturas, con su entrega formal de contenido y evaluaciones. El paso siguiente es buscar cual será el perfil del profesor musical andino, pero al tener ya un plan de estudio de música andino, sabemos que ese profesor debe ser un músico cultor de la música andina, separando claramente lo que actualmente se da en la Asignatura de Lengua y Cultura Aymara, donde  el Educador intenta a veces incluir todos los aspectos de la Cultura Aymara y entre ellos la Musica Andina, que en algunos casos es pertinente y en otros no, pues el Educador debería centrarse cuando se evalúe en la enseñanza de la lengua. Por ello la enseñanza de la Cultura Aymara, debe ser separada en aspectos de conocimiento profundo para dar calidad de enseñanza a nuestros alumnos y de esta forma se puede contribuir a mejorar los estándares educativos de los niños indígenas y también los no-indigenas, pues es un enriquecimiento de los aprendizajes, donde la interculturalidad se manifiesta no solo en acciones, sino también en la aplicación de la enseñanza escolar.
Les Adjunto el Plan de Estudio de Musica de los Andes creado el 2004, para enseñar música andina en la Escuela de Cariquima.
https://www.academia.edu/24431516/PLAN_DE_ESTUDIO_MUSICA_DE_LOS_ANDES_CARIQUIMA_2004_Luis_Carvajal

martes, 12 de abril de 2016

RESISTENCIA INDIGENA A LO LARGO DE LA HISTORIA

Las sublevaciones indígenas que se suceden a lo largo de toda la época colonial y en la república temprana, como se verá más adelante, tienen como objetivo central la recuperación de tierras ancestrales y la restitución de antiguas formas de vida indígena. Con un carácter distinto, tales sublevaciones también se observan a lo largo del siglo veinte, ya con los Estados latinoamericanos modernos.

La lucha por la restitución de las tierras ancestrales
durante la colonia

Estas luchas se constituyen además, en una búsqueda constante por la restitución de su propia mentalidad y cosmovisión, grave y constantemente vulneradas en el sistema social colonial. Muchas tierras indígenas colectivas se perdieron bajo el sistema de posesión que sustentó el acaparamiento de tierras en manos de grupos de poder blancos y criollos; pero también de algunas élites indígenas que mediatizaban el funcionamiento de las comunidades con el aparato administrativo colonial. En la medida en que los procesos de acumulación colonial se sustentaron en el acceso y control de la mano de obra servil en torno a la encomienda, el obraje, la mina, la hacienda y las reducciones, el acceso de los indígenas a las tierras comunales aseguraba la reproducción de esa misma mano de obra prácticamente gratuita. Este mecanismo, en realidad, garantizaba la subsistencia de las relaciones sociales desiguales. La lucha por la tierra y los derechos agrarios han estado en la base de los intentos de los indígenas por organizarse. La protección jurídica de la tierra, así como de los recursos naturales que hay en ellos (aguas, bosques, fauna, etc.), los que son considerados esencialmente como recursos colectivos, constituyen demandas centrales de los pueblos indígenas en muchos países de la región y explican conflictos sociales que les involucran. Junto a los derechos agrarios, los pueblos indígenas también reclaman con insistencia sus derechos territoriales, esto es el reconocimiento y la delimitación legal de sus territorios ancestrales, ocupados en forma continua por un grupo indígena a lo largo del tiempo, y que generalmente representan el espacio geográfico necesario para la reproducción cultural y social del grupo (Aylwin, 2006: 28).
  1. b) Luchas indígenas por la identidad y el autogobierno
Las luchas y la resistencia indígenas no siempre fueron motivadas exclusivamente por la recuperación de las tierras colectivas. Más allá de la recuperación de las tierras, pero incluyendo el control de las mismas, lo verdaderamente importante resultaba ser la restitución de la propia identidad indígena.
La rebelión indígena en México
Durante el virreinato de México fueron numerosas las rebeliones indígenas, reivindicándose en la mayoría de ellas territorio, autonomía y los modos de vida propios. El elemento indio jugó un papel activo en la guerra de Independencia. Los denominados héroes de esta gesta, estuvieron íntimamente ligados a la vida de los pueblos indios: Miguel Hidalgo hablaba otomí, Morelos se formó en pueblos purépechas, un ejército de indios y negros acompañaba a Vicente Guerrero. La rebelión continuó después de la independencia, debido a que liberales y conservadores fueron igualmente nocivos a los pueblos indígenas. En las guerras contra los invasores franceses y norteamericanos se destacan los guerrilleros zacapoaxtlas, nahuas y las milicias mixtecas y zapotecas (Chantal y Omar, 1997).
La restauración de una monarquía indígena no es tan extraña en estos procesos de lucha. En 1834 se dio una rebelión en Exatzingo, estado de Hidalgo, cuya causa era el proyecto monárquico indígena propuesto por los curas Carlos Tapisteco y Epigmenio de la Piedra. Su idea era que se escogiera un emperador entre los doce descendientes de Moctezuma, quien debía escoger una mujer no indígena. El consejo de estado debería componerse de dos delegados por cada estado, uno indígena y uno criollo. Las repúblicas deberían proveer de tierras y agua a quienes las
necesitaran.

  • La guerra de los mayas, los yaquis y tarahumara
Otros ejemplos, también mexicanos, nos dan una nueva dimensión de esta resistencia indígena. Se trata de la lucha de los mayas de Yucatán y la de los yaquis de Sonora, quienes cansados de la expoliación constante por parte de los ladinos, decidieron sublevarse por la restitución de sus tierras y de sus derechos. En los estados mexicanos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, entre 1848 a 1901, se dio la denominada “guerra de las castas”, que fue una serie de sublevaciones de los indígenas mayas que trataron de erradicar las múltiples injusticias que los acosaban y las condiciones feudales en que vivían. Un movimiento conocido como los cruzob tuvo lugar en torno a la veneración de la “cruz parlante” que expresaba un mandato divino a luchar sin tregua contra la dominación no-indígena y al control total del territorio. La cruz adoptó identidad femenina vestida de guipil y fustan como las mujeres indígenas. La creencia de que la Cruz habría de protegerlos en la batalla, les permitió a los cruzob resistir militarmente durante más de 50 años.
  • La Santa de Cabora y la rebelión Tarahumara
En los años 1893 y 1894, la sierra Tarahumara del estado de Chihuahua ardería en rebelión inspirada por una joven de 18 años, Teresa Urrea, llamada también “La Doncella de Cabora” o santa rebelde. “la cual había resucitado” y hacía curaciones milagrosas. Su fama se extendió entre los indios, naciendo el culto llamado “teresismo”. La Doncella de Cabora recorrió los pueblos y predicó que todos los actos del gobierno y del clero eran malos. Difundía un mensaje de justicia y libertad e invitaba al combate social. La revuelta cundiría en la región durante varios años; los
santos, que surgían como hongos, hablaban de salvar las tierras y de la lucha contra la dictadura. De los cinco mil sublevados que había puesto en pie de guerra la Santa de Cabora, más de tres mil eran indígenas (Chantal y Omar, 1997).
  • La Guerra Sagrada de los Yaquis
En el norte del país, los pueblos yaquis habían reiniciado su lucha en 1875. El Capitán General Yaqui, Cajeme, encabeza una “Confederación de todos los indios de Sonora para recobrar las tierras perdidas”. Al morir Cajeme, la asamblea de los Ocho Pueblos decide continuar la
guerra santa por la tierra; en esta lucha los jefes caídos son relevados por otros para continuar la lucha. Pese a ser diezmada la población yaqui, su espíritu rebelde jamás pudo ser conquistado. Después del etnocidio y el destierro durante el porfiriato, los yaquis se volverán a poner en pie de lucha aliándose a los rebeldes magonistas. Los yaqui dieron una lucha consecutiva de más de 50 años.
La revolución mexicana de 1910 tuvo en Emiliano Zapata uno de los principales líderes de clara expresión agraria-indígena, cuya bandera de lucha ha sido retomada por los indígenas chiapanecos en el presente.
  • La resistencia en Centroamérica
En Guatemala se dieron una serie de rebeliones importantes como la dirigida por Atanasio Tzul, conocida también como la Insurrección de Totonicapán en 1820, un año antes de declararse la independencia. La región de Los Altos se vio conmovido por un levantamiento indígena en el pueblo de San Miguel Totonicapán y otras comunidades aledañas. La causa específica del furor popular fue el intento de las autoridades guatemaltecas por recaudar el tributo, impuesto este que los amotinados alegaban ya se había suprimido por el rey español. Fue sin duda uno de los más audaces motines en cuanto que sus líderes negaron toda autoridad a las autoridades del reino, declarando de facto autonomía política para sus comunidades y nombrando un rey y presidente indígenas. Pero al igual que anteriores motines indígenas, el de Totonicapán sucumbió a la superioridad militar de la milicia altense (González, 2006: 17).
Apenas constituida la República de Guatemala, una alianza ladinocriolla intenta varias veces crear el Estado de los Altos, en una región donde más del 90% son indígenas. Luego de negociaciones y alianzas se establece la Estado de los Altos en 1838-1948, como un sexto estado de la república centroamericana. Esta también es truncada por el poder central de Guatemala, dominado por los herederos criollos. El Estado de Los Altos cayó cuando los pueblos indígenas de su jurisdicción rechazaron el pago del tributo y los criollos-ladinos altenses utilizaron la fuerza para
subyugarlos (Taracena, 1997).
En El Salvador, en 1833 se da la rebelión de los Nonualcos, dirigida por el Cacique Anastasio Aquino, contra el recrudecimiento de la condición de los indígenas a raíz de la ley contra la vagancia, además contra las deudas y usurpación de tierras. También destaca la participación de los indígenas cojutepeques en la gestación de la “revolución Menendista” en 1883, aunque en el proceso quedaron excluidos y no pudieron recuperar sus ejidos recientemente expropiados.
No obstante, la insurrección indígena-popular de 1932, dirigida por los caciques Feliciano Ama, Francisco Sánchez y otros, en Izalco, Nahuizalco y Juayúa (Sonsonate, occidente del país), estaba basada en la alianza indígena, obrera y campesina, donde la lucha por la tierra era un eje
fundamental. La insurrección será la más importante y traumática de El Salvador, debido al aniquilamiento por parte del ejército de más de 30,000 indígenas y campesinos, que inauguró un largo período represivo en el país que se extendió hasta principios de los años 90. Como efecto de la insurrección, el indígena se invisibiliza como estrategia de sobrevivencia y desaparece de la historia reciente de El Salvador (Alvarenga, 1996). El proceso de apertura del sistema político logrado por los Acuerdos de Paz en 1992, permitió un afloramiento de la sociedad civil y con ellos los indígenas comienzan a abrirse paso.
La acción de resistencia más importante contra los colonialistas españoles en Honduras fue la rebelión de los lencas encabezados por el cacique Lempira en el año 1537. Con el tiempo, los españoles redujeron a los lencas en poblaciones de indios desde donde iniciaron una larga resistencia cultural. Los negros caribes o garífunas llegaron a Honduras en 1797 luego de ser expulsados por los ingleses de la Isla San Vicente donde había construido una experiencia libertaria y de fusión entre la sangre África y la indígena caribe. Dinamizaron el espectro étnico cultural de Honduras, constituyendo en la actualidad uno de los movimientos sociales y culturales más compactos que se les puede encontrar en comunidades diseminadas en la costa Caribe de Honduras, Guatemala, Belice y Nicaragua (Galvao, 1995; Rivas, 2000).
Una serie de conflictos entre las comunidades kunas y las autoridades coloniales, luego colombianas y panameñas respectivamente que precedieron a la más grande rebelión de los kuna. En el año 1925, bajo el liderazgo del cacique Nele Kantule, tiene lugar la “revolución Tule”, contra el trato despótico de las autoridades panameñas y la exigencia forzada del cambio de costumbres y tradiciones (Howe, 2004). Esto causó la rebelión de los kuna, logrando crear de facto la República Tule. En acuerdo con el gobierno panameño, años más tarde se creó la Comarca
de Kuna Yala y con un régimen autonómico, que es en la actualidad una de las experiencias más ilustrativas de autonomía indígena dentro de regímenes republicanos. Pabru Presbri, cacique Bribri de Costa Rica (1710). Cuando los costarricenses declararon la independencia en 1821, el territorio indígena de Talamanca era ya un territorio libre del dominio español. Todo el siglo XVII fue escenario de combates constantes sin que nunca los españoles lograran dominar la región. Después de un siglo de combates, los españoles comprendieron que solo existe una posibilidad para “pacificar” Talamanca. Esa solución era el despoblamiento, es decir, el traslado forzoso de los aborígenes hacia las zonas dominadas por los conquistadores. Durante décadas cientos de hombres, mujeres y niños fueron forzados a abandonar Talamanca, y fueron entregados a los colonos como en una situación similar a la esclavitud. El plan más serio en este sentido se orquestó a finales de siglo, en 1699. Pero los planes españoles chocaron contra un obstáculo insalvable: Pabru Presbri, que era entonces el Blu, jefe político y militar de toda la población de Talamanca. Él organizó la lucha contra los españoles y logró levantar un gran ejército que estuvo a punto de obtener la victoria. El 4 de julio 1710 Pabru Presbri murió fusilado en la ciudad de Cartago (Ibarra, 1984).

  • Rebelión indígena de Matagalpa de 1881
Lorenzo Pérez fue el líder de la rebelión de unos 7,000 indígenas Matagalpa que bajaron de las montañas y sitiaron Matagalpa para botar al gobierno que les obligaba a trabajar forzadamente en el levantamiento del hilo telegráfico, y les prohibía el destace de sus reses, el asedio a sus
tierras y la fabricación de la “chicha bruja” que bebían en las actividades festivas y religiosas (Téllez, 1999). Los subtiava, “la raza rebelde” en León, Nicaragua, logró resistir la ladinización y el avance del capitalismo agrario y sobrevivir como comunidad indígena durante el siglo XX,
convirtiéndose junto a la comunidad indígena de Monimbó y Nindirí en Masaya, en símbolos de inspiración, de lucha y de liberación nacional desarrollada en Nicaragua en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado (Jeffrey, 1997).
El pueblo miskito estableció una política de alianzas para conservar lo que se llamó el “Reino Miskito” en el Caribe de Honduras y Nicaragua,que fue protectorado inglés hasta 1860. Las comunidades étnicas y sus territorios de la costa Caribe fueron objeto de economías de enclave que saquearon los recursos naturales sin lograr extender los beneficios de la nación nicaragüense a estos sectores produciendo un aislamiento y marginación histórica. En dichas condiciones pervivieron los remanentes de prácticas autonómicas comunitarias y que jugaron un papel importante en las propuestas de solución al conflicto étnico y político de la costa Caribe en los años 80: el proyecto de autonomía de la Costa Atlántica, como un modelo de avanzada que tuvo impacto importante en el pensamiento indigenista latinoamericano (González, 1997).

  • Los mapuches en Chile
Tuvieron que adaptar su cultura a las condiciones de la resistencia exitosa durante la colonia, que les llevó a construir un Estado paralelo que sólo terminó con la conquista realizada por la República de Chile en 1860, con la llamada “guerra de pacificación de la Araucanía”, la chilenización de los mapuches. Campaña expansionista que una década después continuará
con el arrebato de territorios (habitados por indígenas) a Perú y Bolivia, en la “Guerra del Pacífico”.

  • El taki onqoy en los Andes del Perú
Éste es quizás el ejemplo más ilustrativo de esa resistencia política y religiosa originada entre los años 1560 y 1572 en Ayacucho, Perú desde donde se propagó a Lima, Cusco, Arequipa, Chuquisaca y La Paz, estas dos últimas en Bolivia. Los indígenas hastiados de la presencia colonial,asumieron que todo contacto con lo español los enfermaría de muerte.
Esta enfermedad, llamada taki onqoy o enfermedad del canto, no cesaría hasta la vuelta del inkarrí o inca rey. Este movimiento que supuso un retorno de carácter mesiánico de los dioses ancestrales encarnados en el Inca y tuvo repercusiones en toda el área andina de lo que fuera el incario. Los indígenas convocaban a sus huacas o seres sagrados, apus o espíritus ancestrales, para que se unieran a la lucha de resistencia de los líderes herederos de los antiguos señoríos indígenas. El Taki onqoy derivó rápidamente a un movimiento de rebelión política. Se pensaba
que las huacas retornarían con todo su poder y vencerían al dios español y con él a los invasores reestableciendo así el equilibrio roto con la conquista. Si bien el movimiento declinó en pocos años, la esperanza de una “reconquista” sobrevivió en los movimientos insurreccionales subsiguientes.
  • Tupac Amaru y Tupac Katari (Perú y Bolivia)
En 1780, casi en las postrimerías del fin del régimen colonial, José Gabriel Condorcanqui, Cacique de Tungasuca, Cusco, que se llamó a sí mismo Tupac Amaru –en remembranza del último inca del mismo nombre–, encabezaba en el sur de Perú y Bolivia una gran sublevación contra los excesos cometidos por los españoles. Condorcanqui, comerciante y descendiente de la nobleza incaica, apelaba a su origen para convocar a una de las rebeliones indígenas más importantes del continente. Al mismo tiempo Túpac Katari, en el altiplano boliviano encabezaba otra rebelión de gran magnitud, que llegó a tomar la ciudad de La Paz. En ambos movimientos tienen destacada participación las mujeres lideradas por Micaela Bastidas (Perú) y Bartolina Sisa (Bolivia). Estas rebeliones llegaron a tambalear al régimen colonial y a proponer un régimen político con base en la eliminación del tributo, el trabajo forzado, el respeto a la identidad cultural y el reconocimiento de las tierras, entre otras. Amaru y Katari son considerados precursores de la independencia de estos países.

jueves, 7 de abril de 2016

Elemento de integracion de las TICs para reforzar la cultura aymara

Este trabajo, fue realizado como tesis de Magister de Educacion, Mención Currilum y Evaluación, con la finalidad de poder hacer una exploración de la realidad del uso de las tics de las Escuelas, partiendo por un caso particular en escuelas rurales. La integracion curricular de las tics es una trabajado hace mucho tiempo, pero sin embargo ha carecido de experiencia real, que se vea traducida en los planes y programas de los establecimiento. Por eso se ha visto solo implementacion de equipos, que de este modo muchos han querido tratar de evidenciar algun uso y justificar un acción de tics relevante que sea un aporte a la educacion. Pero la realidad es que NO evidenciar elementos tics sin fines pedagogicos y de uso de actividades evaluativas y de planificacion docente, ha producido un retraso en poder usar nuevas alternativas y metodos de enseñanza acordes con las escuelas del siglo21. Hay un temor, un rechazo a no usar por ser algo distinto. Y en medio de esto siguen estando nuestros niños, que ahora tienen una disposicion distinta hasta hace decadas atras. Son niños considerados "Nativos Digitales", como Marc Prensky lo definió, ellos nacen con la tecnologia, la usan desde que nacen y nos sorprenden a nosotros "Los inmigrantes digitales", que en algun momento debemos entrar en su lenguaje y de este sintonizar una clase real.

Bueno estos alcances estan reflejado en el Libro que desarrollé como tesis, por lo pronto les dejo la presentacion en powerpoint que desarrollé para exponer este tema.

https://www.academia.edu/9982937/INTEGRACION_CURRICULAR_DE_LAS_TICS_PARA_REFORZAR_LA_ENSE%C3%91ANZA_DE_LA_CULTURA_AYMARA

miércoles, 6 de abril de 2016

La Educacion Aymara y la Integracion Curricular TICs

La Educacion Aymara y la Integracion Curricular de las TICs
El Modelo de  enseñanza actual, ya está en una etapa eclipsada donde afloran diversos problemas que tienen que ver con la realidad actual de nuestros niños. Sin duda es importante entender por qué, ya no seduce aprender los conocimientos y tampoco la forma de poner atención a lo que los profesores quieren entregar en las aulas. Es lógico un modelo de enseñanza basado en la Revolución Industrial del Siglo XIX, no se condice con los niveles actuales de vida de los alumnos, ni con el entorno donde los alumnos se encuentran con el problema de entender que la vida educativa solo tiende a sacar profesiones y no a desarrollar una sociedad mas conciente de su entorno y de la naturaleza, que nos permita seguir viviendo en armonia con lo natural para una mejor calidad de vida a las nuevas generaciones.  Pues bien he pensado claramente que el factor que nos permitirá continuar con nuevos paradigmas educativos del siglo XXI, tiene que incluir el desarrollo de la Cultura Originaria en las Aulas.
Por eso es importante desarrollar un fortalecimiento del curriculum escolar, basado en aspectos de la cultura originaria, en este caso voy a hablar de la Cultura Aymara, para las regiones de Arica y Parinacota  y Tarapacá. Estos aspecto se ha definido en función de inducir que tematicas son las que la gente percibe como importantes o que pueden ser de mucho interes y aporte al conocimiento aymara. Algunas tematica que se han propuesto son: La lengua Aymara, La Historia Aymara, La Cosmovision, la Musica y Danza Andina.  Cada tematica, debe ser expandida para su estudio mas riguroso, y es importante que este conocimiento tenga crecimiento basados en la memoria vernacular de los abuelos y de las evidencias que nos dejan en el entorno andino.
Todo este desarrollo curricular de la Cultura Aymara debe ser complementado con un uso pedagogico de las Tecnologias de la Informacion y Comunicacion, donde los docentes deben comprender que las TICs, llegan para ser un aporte a la enseñanza y no reemplaza la funcion del profesor. Esto lo digo porque muchos docentes a la hora de usar un software o material TICs, piensa que por el solo hecho de ejecutar el software este debe cumplir con enseñar y educar el proceso de aprendizaje del niños. Pero el verdadero uso de los software para tener exito, es que los docentes lo conozcan, lo utilicen y desarrollen un pauta de enseñanza con el material. De esta forma estamos hablando de un principio de la Integración Curricular de las TICs. En conclusion, el trabajo de las TICs como un elementos primordial en la integracion curricular, debe apoyar el proceso de enseñanza, donde la comunidad escolar tenga la oportunidad de generar espacios nuevos que encanten a los alumnos. El Profesor pasar de un dictador de clases a un verdadero entrenado de conocimiento, pues los alumnos deben adquirir capacidades y habilidades para la vida. Entender que la educacion es el reflejo de como debemos entender la vida actual y de como definimos los perfiles de los nuevos profesionales con vocacion. A esto le debemos agregar la importancia de la enseñanza de la Cultura Aymara, para formar y entrenar nuevas personas capaces de mirar el mundo del siglo XXI, donde el conocimiento esta a la mano, pero por otro lado necesitamos de nuevos conocimientos propios basados en la identidad de los pueblos originarios.

Aportes Indigenas al Derecho Indigena

Aportes Indigenas al Derecho Indigena
Con el fin de poder contribuir a una mejor comprensión sobre los conceptos que se han difundido en honor a comprender nuestros Derechos Indígenas, el Instituto Interamericana de Derechos Humanos, a través de una serie de temáticas plasmadas en su bibliografia, han incluido definiciones interesantes sobre nuestros derechos y que deben en algun momento pasar a ser lectura obligada para la sociedad indigena organizada. En uno de sus modulos tematicos, se plantea estas definiciones.
a) El derecho de los pueblos
Uno de los principales aportes indígenas ha sido definir su lucha precisamente como una lucha del colectivo sociohistórico, es decir, del pueblo o nación que busca su reproducción física y espiritual. Nótese que en este marco el concepto de “pueblo” o de nación es completamente distinto al de “población” (al que, de paso, estaba vinculada la noción de “minoría”).

Por ello ni siquiera tiene sentido, desde el punto de vista del ejercicio del derecho como colectividad étnica originaria, si se trata de un pueblo numeroso o poco numeroso puesto, que lo que en verdad está en juego es el que la llamada “sociedad mayor” tenga la voluntad política para garantizar esos derechos colectivos de los pueblos. Esto es, el derecho a reproducirse como cultura con su propia historia, con sus prácticas para alimentarse, organizarse, educarse, trabajar, manejar sus tecnologías, conocimientos, ser dueños de una espiritualidad y cosmovisión propias, etc. Para todo ello es fundamental tener acceso a la tierra y/o al territorio.

b) Las luchas por el territorio
El tema de la lucha por el territorio ha sido empujado particularmente por las culturas de selva donde todavía se mantienen las tierras colectivas, mientras que las luchas por la tierra han sido protagonizadas por los indígenas campesinos que se articularon a los procesos del latifundio desde muy temprano en la colonia. Las luchas por la tierra también se han dado en las comunidades indígenas de campesinos “libres”, no atados a la hacienda, que conservaban sus tierras en propiedad colectiva y familiar y que vendían su fuerza de trabajo en las haciendas. Para el indígena la tierra o el territorio no sólo es la base física o material donde se reproduce su cultura sino la base material y espiritual que lo une a la naturaleza, de la cual él mismo es una parte y no su centro, como en las culturas de origen europeo.

 c) La autodeterminación de los pueblos
El derecho a la libre determinación de los pueblos es otra de las luchas de los pueblos indígenas. Este concepto se sustenta en el derecho universal que todo pueblo tiene a autodeterminarse. En esa misma medida,
los pueblos indígenas también tienen derecho a autodeterminarse. Los argumentos indígenas en este caso tienen relación con la ocupación ancestral del territorio, la historia común, la lengua compartida, etc.

El tema de la autodeterminación, sin embargo, resulta muy sensible. Quienes se oponen al concepto de la libre determinación de los pueblos indígenas piensan en la amenaza que representaría dicha autodeterminación
para la unidad de la nación, vale decir, del Estado nación. Sin embargo, en ninguno de los casos contemporáneos, los pueblos indígenas han cuestionado la existencia del Estado sino la naturaleza del mismo.
Dicho de otra manera, los pueblos indígenas han interpelado la práctica asimilacionista y al mismo tiempo excluyente de un Estado nación que no representa, normalmente, los intereses indígenas y los intereses
de la nación pluriétnica.

d) La unidad en la diversidad de sociedades pluriétnicas
La consigna enarbolada por los pueblos indígenas a favor de la “unidad en la diversidad”, expresa el reconocimiento de la existencia inequívoca del Estado nación pero interpela, al mismo tiempo, su naturaleza hegemónica. El derecho a la no discriminación por razones étnicas está reconocido por todas las constituciones latinoamericanas. Es interesante que en el marco de las luchas indígenas, el concepto de “no discriminación” se ha transformado en el de “discriminación positiva”, a fin de asegurar el cumplimiento de los derechos colectivos de las etnias o pueblos.
e) La diversidad como recurso del desarrollo
Cada vez más en América Latina, sobre todo a partir de los años noventa del siglo XX, ha ganado terreno la noción de que la diversidad cultural es un recurso para el desarrollo y que el desarrollo es desarrollo sólo
si reconoce la diversidad.

f) El derecho de los pueblos y la nueva ética sobre los derechos humanos
Con el debilitamiento y achicamiento de los Estados nacionales en el marco de una economía y cultura globalizadas, sin dejar de tener fundamental importancia el modo en que el Estado nación resuelva la cuestión
étnico nacional a través de las normas jurídicas nacionales, seguramente un nuevo referente lo constituirá el derecho internacional. Siempre existirá el riesgo que el derecho internacional constituya una pura abstracción
pero, al mismo tiempo, se da la posibilidad de que las lesiones a los derechos de los pueblos sean concebidas como un agravio a toda la humanidad, en el marco de una nueva ética, también globalizada.